Para dar la bienvenida al Año Nuevo en el frío invierno, comprar un suéter navideño siempre es una buena idea: los copos de nieve de punto grueso y los renos traen bendiciones del norte de Europa y, combinados con guantes mullidos, es como si Papá Noel ya pasara con su saco de regalos.
Esta es la impresión que dejan en la gente los suéteres navideños, pero pocos saben cuándo se hicieron populares por primera vez o qué transformaciones han experimentado.
Ya en 2011, la revista Time publicó un artículo que relataba la historia de los suéteres navideños, revelando que aparecieron en Estados Unidos a finales del siglo XIX. Sin embargo, su verdadero ascenso a la prominencia se produjo en las últimas décadas, durante las cuales surgieron varias versiones, pero los estadounidenses los llamaron colectivamente "suéteres feos". Resulta que los extranjeros tienen gustos similares a los chinos en materia de fealdad; También encuentran que el rojo y el verde chocan terriblemente.
Los suéteres navideños de mediados del siglo XX representaban de manera realista elementos navideños, con muñecos de nieve con narices de zanahoria y sombreros de paja verde. Todo el suéter era rojo, adornado con copos de nieve de lana coral irregulares y sin refinar. Usar esa prenda y moverse hacía que uno pareciera un árbol de Navidad andante.
