Repelente de insectos: Utilice fragancias naturales como lavanda y eucalipto en lugar de bolas de alcanfor para evitar infestaciones de insectos. Además, rocíe con vino blanco para matar las bacterias. Los suéteres dañados por insectos a menudo son difíciles de restaurar a su condición original, por lo que prevenir los insectos es primordial en el cuidado de los suéteres.
Si bien las bolas de alcanfor repelen los insectos, su fuerte olor puede dañar la ropa. Por el contrario, es más adecuado utilizar bolsitas de flores secas como lavanda, eucalipto o clavo, ya que su fragancia repele eficazmente las polillas.
Las prendas de lana, como los suéteres, son propensas al crecimiento de bacterias, lo que genera moho, olores y otros olores desagradables. Para solucionar este problema, se puede aplicar uniformemente sobre el suéter un spray hecho con una mezcla de vino blanco y agua. Luego, cuelga el suéter para que se seque al aire y dóblalo antes de guardarlo. Esto no sólo mata eficazmente las bacterias escondidas en el suéter, sino que también garantiza que conserve su forma y evita la deformación.
Eliminación de pelusas y formación de bolitas Se pueden utilizar piedras pómez, maquinillas de afeitar y cepillos de dientes para niños para eliminar eficazmente las pelusas sin dañar la prenda. Si una piedra pómez no puede eliminar completamente la pelusa, intente usar una navaja de afeitar. Coloque el suéter sobre una mesa y afeite suavemente la pelusa de la superficie con la navaja; esto también logrará el efecto deseado.
Si solo necesitas quitar la pelusa de un área específica del suéter, puedes intentar usar un cepillo de dientes para niños para cepillarla suavemente.
Reparación de encogimiento y deformación: Remoje y estire la prenda en champú para bebés, luego use agua caliente y un secador de pelo para reparar las áreas sueltas y deformadas. Para los suéteres que se han vuelto sueltos y holgados después de un uso prolongado, puedes intentar remojarlos en agua caliente, pero ten cuidado de mantener la temperatura del agua entre 70 y 80 grados para evitar que el suéter se encoja demasiado debido al sobrecalentamiento.
Si los puños o el dobladillo de un jersey han perdido su elasticidad, no te preocupes. Simplemente remoje estas áreas en agua tibia a 40-50 grados durante 1 a 2 horas, luego retírelas y séquelas al aire. Se recuperará su elasticidad. Alternativamente, puedes intentar usar un secador de pelo en la configuración de termosellado en los puños; Las fibras de lana se encogerán después del precalentamiento, recuperando así su forma original.
